Si tuviera que definir Madrid en dos palabras, diría que esta ciudad es Intensa, es Violenta. Aquí hay corridas de toros un día sí y un día no, aquí hay fútbol y sudor, aquí el centro de creación y cultura se llama El Matadero, aquí se toma sangría, aquí se comen manitas de cordero, orejas de cerdo, rabo de toro, aquí la primavera dura un par de día ya que la hiela el frío del invierno que no termina de marcharse o la abrasa el viento del verano que quiere llegar antes de tiempo, aquí los madrileños "se cagan en la leche" o están "hasta los cojones". Por eso le he lanzado un reto a una guía turística, Elena Pollán, apasionada y curiosa como la ciudad misma. De su mano y pluma vamos a recorrer la emblemática Puerta del Sol - que en realidad es una plaza - para descubrir su enfoque más femenino.
Se podría decir que el
nombre de esta plaza fue puesto en 1520, gracias a María
Lago, una
mujer muy luchadora que capitaneaba la famosa rebelión de los
comuneros en la Villa de Madrid. Para protegerse, decide construir
una especie de fortaleza, donde manda cavar un foso y construir un
castillo. En la puerta principal de la fortaleza, había un arco y en
la parte superior había un sol pintado de amarillo, (tal vez
haciendo alusión a la orientación de salida del sol…) y desde
entonces, a esta plaza siempre se le ha llamado “La Puerta del
Sol”.

En este lugar, podemos encontrar los símbolos más representativos de Madrid, como por ejemplo La Estatua del Oso y el Madroño, el escudo heráldico de esta Villa, pero atención, este emblema esconde un gran secreto, ya que realmente no es un oso sino un símbolo femenino… se trata ¡de una osa¡, que representa la constelación de la Osa Mayor.
Cuando Madrid era Villa,
Durante la época de lluvias, la plaza se convertía en una gran
laguna y tenían que cerrar los portales para evitar las inundaciones
de los sótanos y las plantas bajas. Gracias a los “pontones”
(que eran unas pequeñas barcas que servían para cruzar ríos), se
realizaba el tránsito de un lado al otro de la plaza sin tener que
mojarse. Después, poco a poco el agua iba desapareciendo hasta la
siguiente época de lluvias. Por eso Madrid era muy rica en aguas
subterráneas
y su
agua potable era y sigue siendo de una calidad excepcional. Por eso,
justo enfrente del Hospital del Buen suceso se construyó en 1618 una
de las primeras fuentes públicas que hubo en Madrid, donde los
aguadores repartían el agua entre todo el vecindario.
Era la fuente de las Arpías y aquí es donde aparece otro símbolo femenino, ya que esta fuente estaba coronada por una bella escultura dedicada a la Diosa Diana, que se trajo de Italia y que el pueblo madrileño la apodó con el nombre de "Mariblanca" y pasó a convertirse en la diosa del Amor por unos motivos un tanto peculiares.… Para poder apreciar la belleza de esta diosa, se ha colocado una replica que si buscáis la encontrareis.
Era la fuente de las Arpías y aquí es donde aparece otro símbolo femenino, ya que esta fuente estaba coronada por una bella escultura dedicada a la Diosa Diana, que se trajo de Italia y que el pueblo madrileño la apodó con el nombre de "Mariblanca" y pasó a convertirse en la diosa del Amor por unos motivos un tanto peculiares.… Para poder apreciar la belleza de esta diosa, se ha colocado una replica que si buscáis la encontrareis.

En esta plaza hay que
resaltar el edificio más antiguo, la Real Casa de Correos
de mediados del s. XVIII. En la actualidad, alberga la sede la
Comunidad de Madrid y en su fachada, me gustaría señalar la placa dedicada, a los Héroes del Levantamiento Popular del
2 de Mayo de 1808, que se produjo en este mismo lugar y fue el primer
combate con las tropas de Napoleón y el inicio de la guerra de la
Independencia, donde otra vez vuelven a aparecer las mujeres
madrileñas
demostrando su valor: se colocaban bajo los caballos para
acuchillarles y así rematar posteriormente a los jinetes caídos...
Muchas de estas valientes heroínas murieron bajo el peso de los
equinos, pero muy orgullosas de morir defendiendo su patria.
Este edificio es de los
pocos que existen que puede presumir de levantar la mayor expectación
a nivel nacional, especialmente en un día tan importante como el de
Fin de Año, sobre todo gracias a las campanadas del reloj más
famoso de toda España.
El reloj se mandó poner en 1774, porque antiguamente era obligado rezar el Ángelus a las 12 del mediodía y como no funcionaba muy bien, el relojero José Rodríguez de Losada, le regaló al pueblo de Madrid y sobre todo a la Reina Isabel II de forma gratuita en 1866. Sus campanadas marcan la tradicional toma de las 12 uvas a la gran mayoría de los españoles, una costumbre en la que se recuerda y se rememora y se da gracias a las buenas cosechas de vino que hubo en otros tiempos…
El reloj se mandó poner en 1774, porque antiguamente era obligado rezar el Ángelus a las 12 del mediodía y como no funcionaba muy bien, el relojero José Rodríguez de Losada, le regaló al pueblo de Madrid y sobre todo a la Reina Isabel II de forma gratuita en 1866. Sus campanadas marcan la tradicional toma de las 12 uvas a la gran mayoría de los españoles, una costumbre en la que se recuerda y se rememora y se da gracias a las buenas cosechas de vino que hubo en otros tiempos…
Y para terminar con otra
reina, Isabel
II, otra
gran mujer
que dejó
su huella en esta plaza. Con motivo de su nacimiento, aquí tuvo
lugar la primera iluminación a gas y en 1860 se instaló un gran
surtidor central (un río puesto en pie) y los primeros urinarios
públicos unos años más tarde.
En la actualidad, la Puerta
del Sol, es una bella plaza en forma de sol naciente y diez de sus
rayos corresponden a sus calles. Un lugar imprescindible para
visitar, que a simple vista no podemos apreciar la figura femenina
pero que después de este post entendemos que si no hubiera sido por
una figura femenina, la puerta del Sol no hubiera existido y tal vez
no tuviera la importancia que ha tenido hasta el día de hoy.
¿Qué os parece? ¿Elena ha cumplido sus promesas y ha cumplido el reto? Para todos los que pasen por Madrid y quieran dar una vuelta especial por la ciudad, os recomiendo contacten con ella, se sabe la ciudad hasta los tuétanos y la muestra con mucha dulzura y curiosidad.
Y para terminar, quería personalmente darle a Madrid 2 toques femeninos más.