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jueves, 12 de noviembre de 2015

Emily R Knott - Una americana en España o cómo la fe se transmite de generación en generación


Como ya saben, me gusta compartir con todos ustedes esos encuentros que tengo a lo largo de mis días, con mujeres excepcionales, esas que sobresalen por algún motivo, esas que tienen "duende". Me gusta saber que todavía quedan personas que fundan su existencia en la responsabilidad y la generosidad de dar, las que saben recuperar el control sobre sus propias existencias, las que te muestran, con su propio ejemplo, que dar depende sólo de ti y que cuando recibes, tienes que hacerlo con entrega y cariño, porque sino, lo que haces es ponerte a merced de los demás. Emily R. Knott es definitivamente una de estas mujeres excepcionales. Su vida gira alrededor de una fe inquebrantable, una familia unida con una historia contra corriente, y unos amigos fieles.

¿Eres americana, de dónde exactamente?
Mi familia es de Carolina del Norte.



¿Cuándo y porqué deciden tus padres venir a España? 
Mis padres vinieron a España en 1986 para colaborar con una pequeña obra evangélica en Huesca. Mi padre se dedicaba a dar cursos de estudios bíblicos, y a la literatura cristiana (traducción y divulgación).

¿Qué edad tenías y cómo viviste el cambio?
Tenía 10 años recién cumplidos. Viví ese cambio como una gran aventura. Era una buena edad para ello.

Tus padres te criaron en el evangelio ¿Qué fue lo que más te marcó de tu educación?
Es verdad, mis padres vivían su fe con mucha entrega y eso no pudo menos que marcarme. De todo lo que me transmitieron, creo que lo que más valoro es la conciencia de Dios. Es lo más esencial. Lo que algunos llaman lo numinoso: la "misteriosa, terrorífica y fascinante" presencia del Totalmente Otro. No un Dios nebuloso y abstracto, sino un Dios personal, que se ha revelado de manera personal, en Jesucristo.

¿Nunca pensaste rebelarte?
Bueno, tuve mis luchas por diferentes cuestiones, pero creo que no me planteé nunca rebelarme de forma integral.


¿Por qué decidiste también creer? ¿Qué fue finalmente lo que te convenció?
Creer, en el sentido de aceptación intelectual, se puede decir que siempre creí. Lo normal es que nos alineemos con las creencias de nuestros padres, al menos hasta cierta edad. Lo que yo necesitaba no era tanto convencimiento sino una "colisión" personal con la Verdad. Eso me sucedió alrededor de los 19 años cuando tuve lo que a veces se denomina como una crisis de fe. Es algo que se puede describir de muchas maneras... una conversión, un rendimiento, un renacer, una entrega del corazón. A partir de ahí, ha sido (y sigue siendo) un continuo viaje de profundización, crecimiento y afianzamiento. 

¿Tuviste la necesidad de documentarte sobre otras religiones o siempre lo tuviste claro?
Las religiones me interesan porque forman parte de la búsqueda espiritual del ser humano. En todas oigo ecos, veo destellos de verdad, pero todas se quedan cortas ante la persona de Jesucristo. Él me satisface de manera completa. Digo con Simón Pedro, cuando Jesús le preguntó si querían marcharse de su lado: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”.

¿Hay alguna diferencia entre las creencias de tus padres y las tuyas? ¿Entre la manera que te educaron y en la que tú educas a tus hijos?
Hay diferencias; no fundamentales sino periféricas. Probablemente tiene mucho que ver con el cambio generacional. La Generación Baby Boomer no va a ser igual que la Generación X J. Compartimos la misma fe pero podemos diferir en algunos asuntos de "praxis". En cuanto a la educación de los hijos, creo que comparto su objetivo; lo que puede cambiar es la metodología.

¿Cómo se adaptan las creencias a la época en la que vivimos? ¿Nos das algunos ejemplos?
Yo creo que la fe cristiana tiene una relevancia intemporal. Es por definición aplicable a todas las épocas, sociedades y culturas – algo avalado por la historia. Es actual e inmensamente práctica. No es el atrincheramiento en tradiciones caducas (aunque algunos desgraciadamente lo entiendan así), ni tampoco la imposición de una cultura sobre otra (aunque también algunos lo hayan entendido así). Se trata de ser seguidores de Jesús dentro de nuestras respectivas épocas y culturas. 

¿Cuáles son los puntos o los valores que son inamovibles?
Lo inamovible, en resumen, es que:

“De tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).


¿Cuál es el puesto de la mujer en tu Iglesia? ¿Es la misma que la del hombre?
El puesto de la mujer, expresado sucintamente por el apóstol Pablo, es este: “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos sois uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Otra cosa es la aplicación de esta gran verdad en la Iglesia, cosa que ha dependido mucho del momento social y cultural. La Iglesia, igual que las personas que la componen, no es perfecta, pero va creciendo y madurando en la fe.

Se puede decir que llevas ya más tiempo en España que en los USA y además estás casada con un español. ¿Te sientes española o hay todavía cosas con las que no te sientes identificada?
Yo me siento española y también estadounidense, ¡las dos cosas! Las raíces siempre están presentes, pero a la vez me siento verdaderamente “de aquí”.

¿Has vivido algún tipo de rechazo ya sea por ser extranjera, mujer o creyente en alguna ocasión?
Tendría que decir que sí a las tres. En diferentes situaciones. Afortunadamente no muy a menudo.

Tienes 1 hijo y 3 hijas. ¿Los educas de la misma manera?
Sí, ¡eso espero!, como personas y ciudadanos. No creo que la educación deba estar condicionada a género.

Si tuvieras que escoger una mujer y una sola quién sería.
Eso es dificilísimo, pero si me obligas a quedarme con una, esa podría ser Amy Carmichael. Fue un paradigma de fe práctica. En 1895, se trasladó a India donde pasó el resto de su vida combatiendo la prostitución infantil, predicando el Evangelio y escribiendo. Una gran emprendedora, altruista, poetisa, y sobre todo seguidora de Jesucristo.


¿Y un libro?
¡Hay tantos libros, tantísimos que me han deleitado, divertido o instruido! Pero el que más me ha cautivado es, sin duda alguna, la Biblia. Está en una categoría única. Me ha presentado a Dios.

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