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miércoles, 2 de abril de 2014

Ventanas al mundo - Boda en la Isla de Pascua

¿Porqué no celebrar tu boda en el sitio más aislado del planeta, en una isla volcánica del Pacífico, en la Isla de Pascua o Rapa Nui, conocida por sus estatuas y la belleza de sus hombres. Una isleña de Mallorca, Vanesa Casadas, lo ha hecho y hoy nos cuenta su experiencia.




















Desde pequeña siempre quise ir a la Isla de Pascua. Los moais me fascinaban.

Ni siquiera sabía dónde estaba la isla y, menos aún, que pertenecía a Chile. Un año, mientras pensábamos a dónde ir durante las vacaciones mi ahora esposo, buscó un viaje a la Isla de Pascua. Sabía que me encantaba y puso una fecha al azar. Sorprendentemente era un precio asequible. Por casualidad había dado con la combinación perfecta, cambiando sólo un día el precio se disparaba a ¡4.000€ por persona! Aquello fue una señal y no lo dejamos escapar, hicimos la reserva.
Una vez hecha la reserva, empezamos a mirar qué hacer en la isla. Y encontramos que era posible casarse allí. Llevábamos tiempo pensando en casarnos. Podíamos haber organizado una boda con validez legal pero implicaba casarse ante la ley chilena. Preferimos dejarlo a nivel simbólico. Lo organizamos a través de una agencia.

Estuvimos varios días allí, era su temporada baja y era un placer pasear por la isla sin demasiados turistas.

El día de la ceremonia hizo un sol espléndido. El lugar que habíamos escogido fue la playa de Anakena, un lugar especial para los isleños, allí desembarcó el legendario Hotu Matu'a. Hotu Matu’a llego a la isla con otros seis navegantes. Algunos creen que el Ahu Akivi representa a esos siete navegantes. Los ahu son los altares donde se colocan los moais y dan nombre a todo el conjunto. 


La ceremonia no es un contrato, como ocurre aquí, sino una bendición. El maestro de ceremonias habla con los espíritus de sus antepasados, en esta ocasión a través del Ahu Nau Nau (los Moais de Anakena). Habla en Rapa Nui, aunque nos tradujeron la comunicación. Los antepasados interceden por la pareja con los Aku Aku, los espíritus de la isla, y ante Make Make, su dios creador. Simbólicamente atan las manos de los contrayentes y sellan un pergamino con la impresión de las manos de ambos. Una vez sellada la unión, se inician bailes de fertilidad. Los bailes no los conocíamos así que los bailarines de la ceremonia nos ayudaron. Un tanto extraño bailar con alguien con poca ropa el día de tu matrimonio... pero divertido. Después se organiza un curanto, que es el sacrificio simbólico y se deja como ofrenda a los espíritus. 

Cuando regresamos al hotel Tupa, nos habían preparado la habitación con flores, champán y un pastel para celebrarlo. eL dueño de ese hotel es Sergio Rapu, ex-gobernador y una de los arqueólogos más importantes que han estudiado acerca de la isla. Tuvimos la suerte de hablar con él y nos contó más secretos de la isla de los que conocíamos. Por ejemplo, cada ahu tiene un estilo diferente, eso es debido a que pertenecían a tribus diferentes. El rito del hombre pájaro era una competición para decidir qué tribu lideraba cada año. También nos explicó que el estilo de los moais evolucionó de una forma redondeada a una forma más trapezoidal. Y no pudimos evitar preguntarle por su gran descubrimiento, los ojos de coral que se colocaban a los moais una vez levantados. 
La religión Rapa Nui ha conseguido preservarse y convivir con la religión católica. Es muy habitual que los isleños hagan tres ceremonias al casarse. La boda civil, el matrimonio católico y el matrimonio por el rito Rapa Nui. En resumidas cuentas, el rito Rapa Nui es una bendición más. Es una ceremonia real y con gran significado. En la iglesia de la isla conviven figuras religiosas junto con símbolos paganos y católicos y, como no, un hombre pájaro.
Respecto a la Isla, estoy deseando volver. Además de moais, como el impresionante Tongariki, la isla también cuenta con numerosas cuevas, como Ana Kakenga, o lugares remotos para hacer senderismo, como Poike. El océano pacífico es cálido y, aunque era invierno pudimos bañarnos sin problema. No practicamos buceo pero cuentan que es increíble. El agua allí es totalmente transparente. Y, otra opción que no hicimos, es hacerse un tatuaje. Nada más llegar te hacen una exhibición de lo fuertotes que están en la isla con las maletas de vuelo. En vez de usar maquinaria se pasan las maletas por lo aires de unos a otros sin ningún esfuerzo, todo un espectáculo. La gente allí son todos encantadores. El único problema, al tener que importar prácticamente todo, la isla es muy cara. Sobretodo si pensamos que es Chile. Aunque de esto último les gustaría librarse. La verdad es que no tienen nada que ver con el resto de país y se encuentran a 5.000 km. de Valparaíso, de quien dependen administrativamente. 

Mis recomendaciones de extras para ir a la isla, crema solar y gafas de sol con muchísima protección y linterna para adentrarse por las cuevas. La isla es muy rocosa, hay que llevar calzado adecuado.


¿A qué dan ganas de ir y bailar con uno de esos chicos el baile de la fertilidad? Aquí, de regalo os dejo una actuación. ¡Almas sensibles abstenerse¡

1 comentario:

  1. ¿Con qué agencia lo realizaron?
    ¿cuánto les costó?
    ¿En qué mes fueron?

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